Desde el período neolítico, y con el paso de los años, la agricultura ha ido “evolucionando”, modificándose los medios de producción para obtener una “mayor rentabilidad” en las cosechas. Desde hace unas décadas, la industria química se hizo su gran hueco en el mundo agrícola, creando así la “cultura” de los insecticidas y herbicidas, pesticidas en general. Poco a poco, y con mucho acierto para su negocio, nos enseñaron que hay que combatir todo aquello que no sea el cultivo que se lleve a cabo en cuestión: en nuestro caso EL OLIVAR.
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