Pura delicia

Todo un descubrimiento esta empresa de aove. Hasta cinco tipos de aceite elaboran atendiendo a los distintos grados de maduración de su aceituna picual, algo completamente insólito y único, hasta donde yo conozco, en la elaboración de aceite de oliva virgen extra. Distinguen tres maduraciones de cosecha temprana: 1º/ Primer día de cosecha, 2º/ Aceituna verde (aceite “Alba” lo llaman) y 3º/ Aceituna en envero ( aceite “Cenit”). Y dos aceites de cosecha madura: 4º/ Aceituna negra (aceite “Ébero”) y 5º/ Aceituna de última cosecha (aceite “Ébero clásico”). Su aove ecológico recibió en 2021 el primer premio Jaén Selección al mejor aove ecológico.<br /> Pero lo que más nos ha sorprendido es la calidad de sus aceites. Los de cosecha temprana poseen un intenso frescor de frutado verde. Su amargor medio alto culmina con un picor en la garganta que se eleva vibrante, cálido y lúminoso hasta la totalidad de la boca. Se aprecia así como una reverberación sin estridencias ni asperezas, como una explosión de luz solar, redonda, sin aristas.<br /> Otra sorpresa que me ha deparado esta almazara es el descubrimiento del aceite de acebuchina. Esta acebuchina, fruto del acebuche, algo así como el tatarolivo del actual olivo, es una aceituna pequeña, con mucho hueso y poca carne. Al catar este aceite sentí que me llegaban aromas y sabores que nunca había reconocido en un aove: frente a la frutalidad más o menos verde o madura de los aceites convencionales, éste, en su frescura, amargor y picor medios, posee unas resonancias de tierra, de leña, de frutalidad oscura (frambuesa), del perfume agreste de las hierbas silvestres (la jara, el tomillo, el romero). Un aceite verdaderamente sorprendente, de una complejidad organoléptica única y deliciosa.<br /> Grandísima suerte la de haber tropezado con estos aceites: su variedad, su singularidad, su excepcionalidad.